La incorporación de la pica al violonchelo, ¿el capricho de un gordo?


En esta entrada quiero abordar una cuestión que sigue planteando interrogantes: ¿Hasta cuándo los violonchelistas tocaron sin pica? ¿Qué violonchelistas la aceptaron? ¿Cuáles no? ¿Cómo fue el modo de sujeción del violonchelo entre los primeros violonchelistas que la adoptaron? Aquí encontraréis nuevos datos y una galería fotográfica que os ayudará a entender los primeros pasos de este importante accesorio.

A young violoncellist (1892) de Lilla Cabot Perry
Si hay un aspecto interesante en la interpretación violonchelística de la segunda mitad del siglo diecinueve, ése es la paulatina incorporación de la pica por parte de los violonchelistas. Este elemento es un factor que bien podría haber servido para establecer escuelas de interpretación, ya que, como escribe el violinista John Dunn:

‘Estilo’ es sinónimo de lo que a menudo se ha llamado ‘Escuela’, sin embargo resulta confuso. El estilo no hace ninguna referencia a la postura o a la apariencia de un intérprete en acción.

Pero, ciertamente, no encontramos suficientes argumentos para hablar de escuelas de violonchelo que se fundamenten en la postura del cuerpo o en la forma en la que los virtuosos cogieron el violonchelo. Quizás sí se podría afirmar que la mayoría de los intérpretes de la escuela clásica más estricta, es decir, los violonchelistas más conservadores, tocaron sin ella: Piatti, Hausmann o Klengel (aunque existen también fotografías que muestran a este último sujetando el violonchelo con pica). La incorporación de la pica es la última innovación significativa en el violonchelo y tuvo lugar a lo largo de la segunda mitad del siglo diecinueve. La invención de la pica se le atribuye a un veterano Servais. Percy Hudson escribe en la primera edición de The Grove Dictionary que “al final de su vida engordó, y la pica hoy utilizada para sujetar el violonchelo se dice que fue inventada por él como ayuda”. Aunque existen fotografías que muestran a Servais con un violonchelo con pica, no podemos certificar que esta teoría sea del todo cierta, ya que como se aprecia en la siguiente imagen— Servais no parece que fuera un hombre excesivamente grueso.

Servais en 1862
Tradicionalmente se ha citado The violoncello (1882) de Jules de Swert como la primera obra escrita que recomienda la pica. Antes, Hippolyte François Rabaud en su Méthode complète de violoncelle (ca. 1878) sugiere cierta aceptación de la misma entre los violonchelistas. Sin oponerse a su uso, la recomienda sólo cuando el alumno ha consolidado la sujeción del violonchelo sin pica, algo que parece ilustrar muy bien la foto de Joseph Giese con su hijo Fritz, realizada hacia 1865 y que aparece a continuación. Rabaud escribe:

Varios artistas se sirven para sostener el violonchelo de una pica, barra o añadido que se adapta al botón del instrumento. Invito a los alumnos a no utilizarlo antes de estar bien familiarizados con la sujeción clásica.

Joseph Giese (1821-1903) con su hijo, también futuro violonchelista, Fritz Giese (1859-1896)
Pero hay un autor que firmemente y con anterioridad a Rabaud y de Swert recomienda el uso de la pica, se trata del violonchelista, organista y compositor español Cosme José de Benito (1829-1888), quien en su Método elemental de violoncello, op. 133 (1870), explica que:

Para elevar el violoncello, conviene tener un pitón de madera con la punta de hierro, y encajarlo en un rebajo que deberá hacerse en el botón. Creo esto muy preferible a colocarlo sobre un pequeño banquillo, o sobre el borde del pie izquierdo.

La fotografía de Joseph y Fritz Giese demuestra que la pica se popularizó con cierta rapidez. Edmund van der Straeten defiende los beneficios principales que justifican el uso de la pica: “Ofrece la doble ventaja de estabilizar el instrumento y de aumentar su sonido añadiendo resonancia, resultado de la comunicación establecida por ella entre el cuerpo del violonchelo y el suelo”, pero también tenemos que añadir que favoreció una postura más relajada y libre del instrumentista. Davidoff supo ver igualmente estas ventajas y la recomienda en su Violoncello-Schule (1888). Sus dos alumnos más importantes, Ludwig Albrecht y Alexander Verzhbilovich, también tocaron con pica. Los pies de los violonchelistas que adoptan la sujeción moderna se encuentran más separados y las piernas quedan así libres. Por un lado, es interesante observar que, a pesar de dicha libertad, algunos violonchelistas seguían manteniendo una posición adelantada de las piernas (como el citado Albrecht o Hugo Becker); por otra, la mayoría de las imágenes reflejan que, al quedar más libre el cuerpo del violonchelista, éste pudo adoptar una pose y una actitud más graciosa con el instrumento (de Swert, Hollman, Biene, Dressel o Herbert), en la que la pierna izquierda se adelanta y la derecha se retrasa, a veces exageradamente. Ésta fue la postura que —parece ser— se enseñó primeramente, ya que como escribiera Hans Dressel en su Moderne Violoncell Schule (1902), “el estudiante debe sentarse erguido en la silla, colocando el pie derecho firmemente hacia abajo y extendiendo el izquierdo”. En general, en la mayoría de los casos el violonchelo queda en una posición oblicua y algo separada del cuerpo, con la tapa considerablemente inclinada hacia la derecha del violonchelista.

Las siguientes fotografías ilustran la sujeción clásica y la sujeción moderna en los violonchelistas de la segunda mitad del siglo diecinueve. Curiosamente apreciamos cierta unidad de criterio postural entre los violonchelistas que adoptaron la pica, a pesar de la diversa procedencia de los mismos y de que ésta había sido recientemente incorporada. De cara a una interpretación con criterios históricos del repertorio de la segunda mitad del siglo diecinueve, las imágenes son por sí mismas clarificadoras para el trabajo de las diferentes sujeciones del violonchelo, con o sin pica. Asimismo parecería coherente pensar en adoptar un tipo de sujeción u otra dependiendo del enfoque estético que se quisiera dar al repertorio a interpretar.

Sujeción clásica

Jules Delsart (1844-1900)
August Meissner (1833-1903)


Sujeción moderna

Violonchelista, ca. 1890
Joseph Hollman (1852-1927)
Victor Herbert en 1887
Por último, volver a subrayar que es fascinante comprobar que, hasta donde hoy conocemos, fuera un español, de Benito, el primero en recomendar la pica. Decenas de trabajos sobre el violonchelo tendrán que ser actualizados.

13 de enero de 2017


[Nota: El contenido de esta entrada pertenece a mi tesis doctoral Estética de la interpretación violonchelística en la era pre-Casals (2014). Si alguien necesita referencias exactas, está interesado en cualquier aspecto o quiere citar el contenido, le ruego que se ponga en contacto.]

6 comentarios:

  1. Buenas Trino, soy Emilio González, estudio la licenciatura en violoncello en la facultad de música de la Universidad Nacional Autónoma de México y recientemente acabo de hacer un trabajo sobre este tema basado en una tesis doctoral sobre la espiga de un cellista estadounidense, me gustaría que leyeras mi trabajo (son como 11 cuartillas, creo) y si tienes tiempo te puedo pasar la teis de este señor, que es bastante más larga. Mi correo electrónico es emiliogondor@yahoo.com, escríbeme si te interesa.

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  2. Sí, claro... Me pondré en contacto. ¡Gracias y hasta muy pronto!

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  3. Buenas tardes salidos de Ecuador, estoy realizando mi tesis para licenciatura en Violonchelo y este contenido me es muy útil. Si me ayuda con mas referencias y las citas quedaría muy agradecida. Mi correo es samapao77@hotmail.com

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  4. Muy buenas noches a todos los violoncellistas y afincionados a este maravilloso instrumento.
    Recomiendo fielmente el trabajo de Trino Zurita, tanto los temas de oposiciones al cuerpo de profesores de música y artes escénicas en la especialidad, como su libro que trata sobre la interpretación del violonchelo romántico.

    Es un excelente docente, al menos la parte que yo conozco, puesto que sus temas del violonchelo son muy buenos al igual que la ayuda que presta en formación pedagógica para saber hacer unidades didácticas, programaciones o cualquier disciplina que esté en su mano.

    Como violonchelista, por supuesto es muy bueno y está al más alto nivel en la actualidad del panorama español.

    Espero que los que tengan dudas sobre sus referencias por desconocimiento les haya podido aclarar mis comentarios desde la más estricta sinceridad.

    Gracias y buenas noches

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  5. Saludos desde Colombia, estoy interesada en saber si la tesis doctoral abarca la incursión del violonchelo en Iberoamérica o si tienes algunas recomendaciones. Gracias por compartir tu trabajo. Mi correo es: arteyamarte@gmail.com

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  6. Buenas noches desde España. Tengo que responderte negativamente. En el ámbito de la tesis no hay citado ningún músico o violonchelista iberoamericano del siglo XIX. Lamento no poder ayudarte en esta cuestión. Gracias por tu interés en mi trabajo. Cordiales saludos.

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